La influencer y empresaria deportiva, Fedra Gaxiola, de 24 años, fue asesinada a balazos la mañana de este miércoles en Baja California, mientras se encontraba estacionada fuera del gimnasio Hardcore Gym, en su Mercedes Benz 2024.

De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Baja California, el atacante fue un hombre que actuó en solitario. Después de disparar contra el vehículo de Gaxiola, el agresor huyó en un PT Cruiser. La víctima fue trasladada a un hospital cercano, pero debido a la gravedad de las heridas, falleció poco después.

El fiscal de la unidad de homicidios, Miguel Ángel Gaxiola, informó que ya se está trabajando en conjunto con Seguridad Pública para dar con el responsable. Las autoridades también han establecido contacto con la familia de la joven y continúan investigando los motivos detrás del crimen.

Antes del ataque, Gaxiola había publicado en sus redes sociales, donde contaba con más de 200,000 seguidores en Instagram. En agosto de este año, la joven había denunciado a su ex pareja, Héctor Manuel Villegas, ex director de la Policía Municipal, por abusos.

El automóvil de Gaxiola, valorado en más de dos millones de pesos, permaneció en el lugar del crimen con varios impactos de bala.

Por Jorge Tolentino García

La ciudad de Coatzacoalcos se encuentra en la mira de una red de corrupción que se aprovecha de la necesidad de la población. Personajes como Maylin Leyva Leyva, Leonel Mendoza Chipol y Juan Fernández, se presentan como «líderes sociales» y «pastores», pero en realidad forman parte de un entramado mafioso que opera en Veracruz y Coatzacoalcos.

Estos individuos, bajo la fachada de «beneficio social», recaudan donativos económicos y materiales de la ciudadanía, engañando a personas «ignorantes» e «inocentes» que los siguen con la esperanza de recibir algún beneficio.

La realidad es que estos «líderes» son utilizados como «carne de cañón» por las mafias que operan en la región. A cambio de su lealtad, reciben «carretas de dinero», permitiendo que las mafias se apoderen de territorios, terrenos y negocios.

La fiscal del estado, Verónica Hernández Giadans, y la fiscal regional de Coatzacoalcos, Carla Díaz Hermosillo, no han sido ajenas a este «entramado mafioso». Se ha denunciado que los procesos iniciados por los propietarios de terrenos y negocios que han sido víctimas de estas mafias se encuentran «aletargados», lo que permite que la impunidad se mantenga.

La lucha por la tierra en Coatzacoalcos se ha convertido en una «guerra» sangrienta, pero la sangre que se derrama es «inocente» y no encuentra justicia. Las mafias, con la complicidad de algunos funcionarios, han «trastocado» con grandes cantidades de dinero, dejando a los ciudadanos «desamparados» y «vulnerables».

Es hora de que se ponga fin a esta «mafia» que opera en Coatzacoalcos. Es necesario que se investigue a fondo la actuación de Maylin Leyva Leyva, Leonel Mendoza Chipol, Juan Fernández y de los funcionarios que han permitido que la corrupción se «apodere» de la ciudad.

La gente de Coatzacoalcos merece un gobierno honesto y transparente, un gobierno que proteja a sus ciudadanos y que no permita que las mafias se «apoderen» de la ciudad.

 Provoca movilización policial

Por Gregorio Antonio

Dos personas se enfrentaron a balaz0s en las vías del ferrocarril, pero la posible víctima escapó pasando por casas del sector de la colonia Progreso y Paz.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 13:20 horas de este martes, en la esquina de Derecho de Vía y la calle Xalapa de dicha colonia.

Un testigo narró que dos personas comenzaron a insultarse, cuando apareció un tercero y disparó su arma de fuego contra uno de ellos quien, para poder escapar, también accionó un arma de fuego.

En esa zona se escucharon alrededor de 6 detonaciones y el primer reporte fue que los disparos fueron dirigidos hacia una casa azul.

Después se dio a conocer que el agredido escapó metiéndose a un domicilio privado.

El hecho generó la movilización de elementos de la Policía Municipal, Estatales, Guardia Nacional y Ministeriales, a quienes les fue imposible hallar los casquillos, porque no se pudo dar con la ubicación exacta del enfrentamiento.