Nacionales
Mercenarios extranjeros elevan violencia en México

La nueva táctica de los cárteles
La violencia en México no muestra signos de disminuir, y ahora se ha sumado un factor adicional: la presencia de mercenarios extranjeros, principalmente centroamericanos y colombianos, quienes han sido contratados por cárteles mexicanos para intensificar sus métodos de combate. Esta información fue difundida por Ioan Grillo, periodista especializado en narcotráfico, quien en una reciente entrevista señaló que la participación de estos mercenarios está “echando leña al fuego” en la guerra contra los cárteles en el país.
El impacto de mercenarios extranjeros en la violencia de cárteles mexicanos
La influencia de los mercenarios en la violencia actual en México es significativa. De acuerdo con Ioan Grillo, estos combatientes no solo aportan su experiencia en otros campos de batalla, sino que también introducen conocimiento técnico en el uso de explosivos, como coches bomba y minas terrestres improvisadas. Michoacán, uno de los estados más golpeados por la violencia, es el escenario de enfrentamientos entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Cárteles Unidos, que ahora utilizan a estos mercenarios como fuerza de choque.
La llegada de mercenarios colombianos y centroamericanos ha permitido a los cárteles mexicanos mejorar sus tácticas y estrategias, incrementando así su control sobre zonas clave para el tráfico de drogas y la explotación de recursos naturales. Esta sofisticación en sus operaciones es una estrategia para obtener ventajas en las luchas territoriales, consolidándose como un elemento que complica aún más la seguridad nacional.
Mercenarios en Michoacán: tácticas y violencia extremas
Desde 2023, Michoacán ha experimentado un aumento en el uso de tácticas de guerra avanzadas, muchas de las cuales se atribuyen a la influencia de exmilitares y exguerrilleros extranjeros contratados por los cárteles. Según reportes de la revista Proceso, cárteles como el CJNG, Los Caballeros Templarios, y La Familia Michoacana han reclutado a militares colombianos, quienes no solo aportan sus habilidades de combate, sino que también entrenan a los sicarios locales en el uso de explosivos y armas de alto calibre.
En múltiples episodios de violencia registrados este año, se han detectado explosivos caseros que cobraron la vida de campesinos y militares en localidades como Tumbiscatío y Apatzingán. Estos ataques con explosivos improvisados han generado un ambiente de temor y desconfianza en las comunidades, que ahora enfrentan el riesgo de quedar atrapadas en medio de enfrentamientos con tácticas cada vez más letales.
Explosiones y coches bomba: el uso de nuevas tácticas de terror
En un fenómeno poco común en México, en los últimos meses se han reportado explosiones de coches bomba en el estado de Guanajuato, sumándose a las tácticas de violencia extrema. A finales de octubre, en Acámbaro, Guanajuato, la explosión de un coche bomba dejó a tres policías heridos. Otro incidente similar ocurrió en Jerécuaro, donde un vehículo explotó cerca del centro de la ciudad y una patrulla resultó quemada. Aunque no se reportaron víctimas civiles, estos eventos marcaron un cambio significativo en el modus operandi de los cárteles, quienes parecen adoptar tácticas inspiradas en conflictos de alta intensidad en otros países.
En respuesta a estos ataques, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, comentó que estos actos violentos no pueden catalogarse como terrorismo, aunque la percepción de la población y el nivel de miedo en las regiones afectadas sugieren lo contrario.
Entrenamiento militar extranjero: una estrategia para aumentar el control territorial
Los narcotraficantes mexicanos han encontrado en los mercenarios extranjeros un recurso valioso para ganar ventaja en la lucha por territorios clave. Según reportes, estos combatientes no solo traen consigo habilidades de combate avanzadas, sino que también funcionan como instructores para los sicarios mexicanos, formando a generaciones de criminales en tácticas de guerra. Este entrenamiento especializado ha permitido a los cárteles mexicanos consolidarse en áreas conflictivas como Michoacán y Guanajuato, donde la competencia por el control de recursos y rutas de tráfico es feroz.
Además de la violencia en Michoacán, este fenómeno de contratación de mercenarios ha comenzado a expandirse a otros estados, intensificando la disputa territorial y dejando a las autoridades con el reto de enfrentar a criminales con experiencia militar avanzada y recursos tecnológicos cada vez más sofisticados.
El rol de los mercenarios: una amenaza persistente para la seguridad nacional
La presencia de mercenarios en México es una tendencia preocupante que indica la globalización del conflicto. Los cárteles mexicanos, especialmente en zonas de alta disputa como Michoacán y Guanajuato, han encontrado en estos combatientes extranjeros una herramienta efectiva para mantener y expandir su control. La capacitación en tácticas de guerra urbana y explosivos ha dejado en claro que la violencia no solo se limita a enfrentamientos convencionales, sino que se ha sofisticado en una mezcla letal de tecnología y táctica.
Analistas en seguridad advierten que la presencia de estos combatientes extranjeros no solo intensifica el conflicto, sino que también presenta un desafío mayor para el gobierno mexicano, que ahora debe responder a una guerra que cada vez se asemeja más a un conflicto de alta intensidad.
Nacionales
Pemex confirma que despedirá a personal de confianza

Con las liquidaciones, Pemex proyecta ahorrar aproximadamente 3.5 mil millones de pesos para 2025 y 1.2 mil millones para 2026.
Petróleos Mexicanos (Pemex) confirmó que en 2025 y 2026 despedirá a personal de confianza como parte de un proceso de reorganización interna, mientras que la planta sindicalizada permanecerá intacta, cumpliendo así con el compromiso hecho al exlíder petrolero Carlos Romero Deschamps, de que ante cualquier cambio de ley no se debe tocar al sindicato.
En un comunicado difundido bajo la nueva administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, la paraestatal detalló que las liquidaciones corresponden a menos del 1.4% de las plazas de confianza permanentes.
Según precisó, se tomó en cuenta el nivel jerárquico de los cargos afectados y se procuró no comprometer los objetivos estratégicos de la empresa.
“El ahorro proyectado por estas acciones asciende a aproximadamente 3.5 mil millones de pesos para 2025 y 1.2 mil millones para 2026, equivalentes al 9.41% y 12.78%, respectivamente, del presupuesto autorizado en el Presupuesto de Egresos de la Federación para plazas de confianza permanentes”, se lee en el comunicado oficial.
Pemex explicó que estas medidas se enmarcan en la nueva orientación legal que rige a la compañía desde la aprobación de las leyes secundarias en materia energética, las cuales la definen como una Empresa Pública del Estado con integración vertical.
En ese contexto, informó que ha dado inicio a un proceso de reorganización institucional “dirigido a realizar de forma más eficiente el cumplimiento de su objeto”, lo cual incluye una “alineación operativa y funcional” dentro de su estructura organizativa.
Uno de los hitos de esta transformación ocurrió el 22 de mayo de 2025, cuando el Consejo de Administración aprobó el nuevo Estatuto Orgánico de la empresa. Este instrumento normativo plantea eliminar duplicidades funcionales y de plazas, redirigir recursos hacia actividades operativas sustantivas y optimizar el uso de recursos públicos.
“Se ha decidido reducir estructuras administrativas y corregir redundancias identificadas en áreas como comercialización, planeación, capital humano, costos y contratación de servicios, con la finalidad de mejorar la eficiencia operativa”, consideró la petrolera en su mensaje institucional.
Adicionalmente, Pemex subrayó que, para mitigar los impactos laborales de estas liquidaciones, desde diciembre de 2024 se implementó un esquema de ingresos controlados. Este esquema limita la incorporación de nuevo personal de confianza y establece una política de administración responsable de la plantilla.
Estos anuncios llegan días después de que Proceso revelara, a partir de documentos oficiales, que la petrolera presentó una nueva propuesta de reestructura organizacional enfocada en la reducción de costos operativos.
El documento al que esta casa editorial tuvo acceso detalla que el número de direcciones aumentará de ocho a diez, mientras que las llamadas Áreas de Vigilancia se reducirán de tres a dos. Al mismo tiempo, se confirma que la estructura sindical no será tocada.
Como parte de esta simplificación interna, un segundo documento filtrado a Proceso advierte que Pemex planea recortar alrededor de 3 mil trabajadores de confianza, lo que representaría un ajuste presupuestario de 10 mil 494 millones de pesos. En términos relativos, esto significaría un ahorro de 28.11% respecto al gasto actual en ese segmento de personal.
Nacionales
Ejecutan a excandidato de Morena en San Pablo del Monte

La mañana de este miércoles 4 de junio, Máximo Óscar Luna Capilla, excandidato de Morena y funcionario del Cecyte en Tlaxcala, fue asesinado a balazos cuando descendía de su automóvil frente a su domicilio en el barrio de San Cosme, municipio de San Pablo del Monte, Tlaxcala.
El ataque ocurrió alrededor de las 7:00 horas, sobre la calle Morelos Norte, esquina con Melchor Ocampo. Según testigos, dos hombres armados a bordo de una motocicleta interceptaron al también ex aspirante a la diputación local, disparándole a quemarropa al menos en cinco ocasiones. La escena conmocionó a vecinos y familiares.
Luna Capilla fue candidato a la presidencia municipal en 2021 y buscó una curul local en 2023, ambos procesos por el partido Morena.
Elementos de seguridad pública acordonaron el área, en espera del Instituto de Ciencias Forenses, encargado del levantamiento del cuerpo. Hasta el momento, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tlaxcala no ha emitido información oficial sobre los responsables ni avances en las investigaciones.
Columnas
Mundial 2026. La magistral jugada estadounidense… y México de comparsa

Opinión de Eduardo Gaytán Mendieta | Expansión |
Exactamente dentro de un año el balón rodará en el Mundial de 2026. Una Copa del Mundo histórica, sí, pero no por las razones que en México nos quieren vender. Nos han repetido hasta el hartazgo que seremos la primera nación en organizar tres Mundiales. Lo que no dicen es que esta tercera vez seremos apenas un actor de reparto; no el protagonista, ni siquiera el antagonista. México aparece como comparsa de una jugada maestra de negocios, concebida y ejecutada con precisión quirúrgica por Estados Unidos.
La candidatura “United 2026” fue una estrategia brillante en la que el país de las barras y las estrellas no solo consiguió quedarse con el pastel, sino además hacer que México le ayudara a hornearlo. Y claro, de paso y con gusto compartir algunas migajas. Estados Unidos aprovechó la pasión futbolera de nuestro país, su peso simbólico ante la FIFA y su condición de puente cultural con América Latina para construir una candidatura irrefutable. ¿El resultado? 78 de los 104 partidos se jugarán en suelo estadounidense. Canadá, un país sin tradición futbolera, tendrá 13, y México, el único de los tres con fútbol en las venas, 13 también; dicho sea de paso, ninguno más allá de los octavos de final. Lo repito para que quede claro: ningún partido de cuartos, semifinales y mucho menos la final se jugará en México. La gran fiesta del fútbol pasará por nuestro territorio como un desfile de luces del que apenas veremos el reflejo. Ah, pero claro, tenemos la inauguración; premio de consolación. Realidad brutal para quienes aún creen que México “co-organiza” el Mundial. Esto suena bien en discursos políticos y spots promocionales, pero no resiste un análisis serio. No hay co-organización posible cuando uno pone los estadios, los aficionados y la pasión, y el otro se queda con los negocios, el calendario y la gloria. Estados Unidos no compartirá el Mundial: lo administrará. Cuando de negocio se trata, ellos mandan. Y el negocio es monumental. Con la expansión a 48 selecciones, el torneo pasará de 64 a 104 partidos, incrementando los ingresos por derechos televisivos, patrocinadores y venta de boletos de forma exponencial. Con la venta de entradas y derechos de transmisión generará más de 7,000 millones de dólares (2.5 veces el PIB de Belice), según estimaciones preliminares. El 75% de esos partidos, con su respectivo valor comercial, se jugarán en nuestro vecino país del norte; lo demás es utilería. Canadá y México son apenas escenografía, piezas necesarias para dar credibilidad a una propuesta que, sin ellos, habría sido (probablemente) rechazada por la FIFA ante las nuevas exigencias geopolíticas de inclusión regional. Y mientras que, ciudades como Nueva York o Los Ángeles se frotan las manos para cada una recibir una derrama cercana a los 500 millones de dólares, en México ya comenzaron las alertas, especialmente con el hospedaje. La Ciudad de México, que recibirá apenas cinco partidos, espera a cinco millones de visitantes; una cifra que rebasa por mucho la capacidad hotelera de 54,000 habitaciones disponibles, (de acuerdo con la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México). ¿Estamos preparados? ¿Tenemos la infraestructura, la movilidad, la seguridad, los servicios para responder a esa demanda? La respuesta, incómoda pero necesaria es: no. México tiene estadios, sí. Tres grandes sedes: el Estadio Azteca, (aún en remodelación y una prohibición de cambio de nombre por parte de la FIFA, por cierto), el BBVA en Monterrey y el Akron en Guadalajara, pero mostró muy poco músculo político y económico para influir en el diseño del torneo, y bajó la voz en la repartición de los partidos clave. No es un Mundial compartido. Es el Mundial estadounidense, con licencia simbólica para que México presuma ser “triple sede histórica”. El resto es marketing. La narrativa triunfalista que desde ya promueven autoridades y medios de comunicación es, en el mejor de los casos, ingenua; en el peor, cínica. Nos vendieron una fiesta que no organizamos. Nos prestaron una etiqueta que no nos pertenece. Y ahora, nos piden que celebremos como si verdaderamente fuéramos protagonistas.
México debe aspirar a mucho más. Si íbamos a compartir la Copa, debimos negociar en serio. Elevar considerablemente el número de partidos, exigir ronda de cuartos y semifinales, garantizar beneficios comerciales tangibles, asegurarnos una porción real del control organizativo. No se hizo. Y hoy, a 12 meses del silbatazo inicial, solo queda la parafernalia. El Mundial de 2026 será un éxito…para Estados Unidos que entendió perfectamente el valor comercial del futbol, y que supo usar a México como palanca emocional para acceder a él. A nosotros nos toca mirar, aplaudir… y pagar la cuenta. El futbol es negocio. Y en este negocio nos tocó ser extras. ______ Nota del editor: Eduardo Gaytán Mendieta (X: @legaytane) es un comunicólogo y estratega en medios de comunicación, CEO y fundador de la agencia E3 Media. Ha colaborado en diversos medios de comunicación como Imagen Televisión, Televisión Mexiquense y el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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