Nacionales
Revelan póster oficial de CDMX como sede del Mundial de la FIFA 2026; ¿quién lo diseño? Te contamos

Este viernes fue revelado el póster oficial de la Ciudad de México como una de las sedes para la Copa Mundial de la FIFA 2026, completando así la presentación de los carteles representativos de las tres ciudades mexicanas que albergarán partidos del torneo.
El diseño fue realizado por el artista Mario Cortés, conocido como Cuemanche, quien fue seleccionado por la FIFA para ilustrar los carteles oficiales del Mundial 2026.
El Comité Organizador explicó que la obra “captura la esencia única de la capital del país, incorporando elementos distintivos y detalles arquitectónicos emblemáticos de sus calles y monumentos”.
Atención: acá está el póster oficial de la Ciudad de México, Sede de la Copa Mundial de la FIFA 26TM, creado por @cuemanche ¿A poco no está hermoso? #Somos26 #SomosMexicoCity #WeAre26 #FIFAWorldCup26 pic.twitter.com/YbkPTHhJ2U
— MexicoCity26 (@MexicoCity26) April 11, 2025
El cartel de CDMX del Mundial 2026 incluye referencias visuales a elementos representativos de la ciudad como las trajineras, ajolotes, luchadores, el Metro de la Ciudad de México y un trompo de pastor. También figuran los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, así como representaciones de guerreros prehispánicos: un águila y un jaguar.
El estadio Azteca aparece en la parte inferior del póster, acompañado por siluetas de aficionados, personas tocando tambores, jugadores y escenas del tradicional juego de pelota.
“El objetivo es representar los elementos detrás del aficionado capitalino y los símbolos que reflejan nuestra manera única de vivir la pasión por el futbol: desde los paisajes que enmarcan el trayecto hacia el estadio hasta los medios de transporte que conectan a la gente en cada partido”, se detalla en el comunicado oficial difundido tras la presentación.
Nacionales
TRAGEDIA EN SLP SE ACCIDENTA CAMIÓN TURÍSTICO QUE SE DIRIGÍA A LA HUASTECA

EDWARD MONHER
Guadalcazar San Luis Potosi.- La Guardia Civil de San Luis Potosí a través de la División Caminos, informa que atendió de manera inmediata el reporte de un accidente vehicular registrado la mañana de este domingo en la carretera San Luis Potosí-Cerritos, a la altura de la comunidad de Palos Altos, municipio de Guadalcázar.
El incidente involucró a un autobús de pasajeros con destino a la región Huasteca y a un vehículo particular marca Nissan con placas del estado de Chiapas.
Según los primeros reportes, el autobús transportaba a cerca de 50 personas, de las cuales aproximadamente 15 resultaron lesionadas y 4 fallecidas.
Las primeras llamadas de emergencia fueron canalizadas a través del sistema 911, activando la intervención de la Guardia Civil Estatal, del Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM), así como de cuerpos de auxilio y rescate. De forma coordinada, las corporaciones se movilizaron al lugar para brindar atención prehospitalaria, rescate de personas atrapadas y labores de tránsito para la seguridad en la vía.
Columnas
Qian Xuesen, el científico que Estados Unidos deportó en plena Guerra Fría

«Su historia es una advertencia sobre lo que sucede cuando se expulsa el conocimiento»:
Qian Xuesen, el científico que Estados Unidos deportó en plena Guerra Fría y fue clave en convertir a China en superpotencia
En Shanghái hay un museo completo que contiene 70.000 artefactos dedicados a un hombre, «el científico del pueblo» Qian Xuesen.
Qian es el padre del programa espacial y de misiles de China.
Su investigación ayudó a desarrollar los cohetes que lanzaron el primer satélite de China al espacio; los misiles, se convirtieron en parte del arsenal nuclear del gigante asiático.
Por eso es venerado como un héroe nacional.
Pero en Estados Unidos, donde estudió y trabajó durante más de una década, sus importantes contribuciones rara vez se reconocen.
Su caso fue recordado por medios como el New York Times esta semana, en medio de la política de expulsiones migratorias de Donald Trump.
El miércoles, el secretario de Estado Marco Rubio anunció que la administración trabajaría para «revocar agresivamente» las visas de estudiantes chinos, incluidos aquellos vinculados al Partido Comunista o que estudien en «campos críticos».
Los riesgos de expulsar en lugar de acoger a talentos como el de Qian ya le pasó la cuenta una vez a la superpotencia.
¿Podría ser que Estados Unidos vuelva a tropezar con la misma piedra y se deshaga de figuras tan brillantes como este científico chino, repitiendo lo que se conoce como la peor metida de pata de su historia?
Superdotado
Qian nació en 1911, cuando la última dinastía imperial de China estaba a punto de ser reemplazada por una república.
Sus padres tenían una buena educación y su padre, después de trabajar en Japón, estableció el sistema educativo nacional de China.
Era evidente desde una edad temprana que Qian era un superdotado, y finalmente se graduó como el mejor de su clase en la Universidad Jiao Tong de Shanghái, ganando una excepcional beca para el Instituto de Tecnología de Massachusetts en Estados Unidos (MIT, por sus siglas en inglés).
En 1935, el joven, esbelto y bien vestido, llegó a Boston.
Qian pudo haber experimentado algo de xenofobia y racismo, dice Chris Jespersen, profesor de historia en la Universidad de North Georgia.
Pero había «también un sentimiento de esperanza y fe en que China (estaba) cambiando de manera fundamentalmente significativa», y ciertamente habría personas que respetaban sus conocimientos.
Chiflados y fantasiosos
Del MIT, Qian se trasladó al Instituto de Tecnología de California (Caltech), para estudiar con uno de los ingenieros aeronáuticos más influyentes del momento: el emigrado húngaro Theodore von Kármán.
Allí, Qian compartió una oficina con otro científico prominente, Frank Malina, quien era un miembro clave de un pequeño grupo de innovadores conocido como Suicide Squad o Escuadrón Suicida.
El grupo se había ganado este apodo por sus intentos de construir un cohete en el campus, y porque algunos de sus experimentos con sustancias químicas volátiles salieron muy mal, le explicó a la BBC Fraser Macdonald, autor de «Escape from Earth: A Secret History of the Space Rocket».
Aunque subraya que nadie murió.
Un día, Qian se vio envuelto en una discusión de un problema matemático complicado con Malina y otros miembros del grupo y pronto se volvió parte integral de él, produciendo una investigación fundamental sobre la propulsión de cohetes.
En ese momento, la ciencia espacial era «cosa de chiflados y fantasiosos», dice Macdonald.
«Nadie se tomaba en serio; ningún ingeniero con inclinaciones matemáticas habría arriesgado su reputación diciendo que ese era el futuro».
Pero eso cambió rápidamente con el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
El escuadrón en la guerra
El Escuadrón Suicida llamó la atención del ejército de EE.UU., que pagó por la investigación del despegue asistido por jet, en el que se ponían propulsores en las alas de los aviones para permitirles despegar desde pistas cortas.
La financiación militar también ayudó a establecer el Jet Propulsion Lab (JPL) en 1943, bajo la dirección de Theodore von Kármán.
Qian, junto con Frank Malina, estaba en el corazón del proyecto.
Como la República de China era un aliado de Estados Unidos, no había problema con que un científico chino fuera clave del programa espacial estadounidense.
Qian recibió autorización de seguridad para trabajar en la investigación de armas clasificadas e incluso sirvió en la Junta Asesora Científica del gobierno de EE.UU.
Al final de la guerra, era uno de los principales expertos del mundo en propulsión a chorro, y fue enviado con Theodore von Kármán en una misión extraordinaria a Alemania, ocupando el rango temporal de teniente coronel.
Su objetivo era entrevistar a ingenieros nazis, incluido Wernher von Braun, el científico de cohetes más importante de Alemania. Estados Unidos quería saber exactamente qué sabían los alemanes.
Pero a finales de la década, la brillante carrera de Qian en EE.UU. se detuvo repentinamente y su vida comenzó a desmoronarse.
Los malvados
En China, el presidente Mao declaró la creación de la República Popular comunista en 1949, y rápidamente los chinos empezaron a ser vistos en Estados Unidos como «los malvados», dice Chris Jespersen.
«En EE.UU. pasamos por periodos en los que estamos enamorados de China, luego sucede algo y lo vilipendiamos», le dice a la BBC el historiador.
El nuevo director del JPL llegó a creer que había una red de espías en el laboratorio y compartió sus sospechas sobre algunos miembros del personal con el FBI. «Observó que todos eran chinos o judíos», dice Fraser Macdonald.
La Guerra Fría estaba en marcha y las cazas de brujas anticomunistas de la era McCarthy estaban a la vuelta de la esquina.
Fue en esa atmósfera que el FBI acusó a Qian, Frank Malina y otros de ser comunistas y una amenaza para la seguridad nacional.
Sus culpas
Los cargos contra Qian se basaron en un documento de 1938 del Partido Comunista de Estados Unidos que mostraba que había asistido a una reunión social que el FBI sospechaba que era una reunión del Partido Comunista de Pasadena.
Aunque Qian negó ser miembro del partido, una nueva investigación indica que se unió al mismo tiempo que Frank Malina en 1938.
Pero esto no lo convierte necesariamente en marxista: ser comunista en este momento era una declaración de antirracismo, aclara Fraser Macdonald.
El grupo quería resaltar la amenaza del fascismo, dice, así como el horror del racismo en Estados Unidos.
Usaban las reuniones comunistas para discutir campañas contra, por ejemplo, la segregación en la piscina local de Pasadena, en las que había una tarde reservada para los negros. Esa noche, lavaban la piscina para que los blancos pudieran usarla tranquilos el resto de la semana.
Zuoyue Wang, profesor de historia en la Universidad Politécnica del Estado de California, Pomona, señala que no hay evidencia de que Qian haya espiado para China o haya sido un agente de inteligencia cuando estuvo en Estados Unidos.
Sin embargo, fue despojado de su autorización de seguridad y puesto bajo arresto domiciliario. Los colegas de Caltech, incluido Theodore von Kármánn, escribieron en vano al gobierno alegando la inocencia de Qian.
En 1955, cuando Qian había pasado cinco años bajo arresto domiciliario, el presidente Eisenhower tomó la decisión de deportarlo a China.
El científico partió en barco con su esposa y dos hijos nacidos en Estados Unidos y les dijo a los reporteros que nunca volvería a poner un pie en suelo estadounidense.
Cumplió su promesa.
A otra cosa…
«Era uno de los científicos más destacados de Estados Unidos. Había contribuido mucho y podría haber contribuido mucho más. Así que para él no fue solo una humillación, sino también una traición», dice el periodista y escritor Tianyu Fang.
Qian llegó como un héroe a China, pero no fue admitido de inmediato en el Partido Comunista chino.
Su historial no era impecable
Su esposa era la hija aristocrática de un líder nacionalista, y hasta que Qian cayó en desgracia había estado viviendo feliz en Estados Unidos, incluso había dado los primeros pasos para solicitar la ciudadanía.
Cuando finalmente se convirtió en miembro del partido en 1958, se acogió a él y siempre trató de permanecer en el lado correcto del régimen.
Así sobrevivió a las purgas y a la Revolución Cultural, y pudo seguir una carrera extraordinaria.
Cuando llegó a China había poca comprensión de la ciencia espacial, pero 15 años después supervisó el lanzamiento del primer satélite chino al espacio.
A lo largo de las décadas, formó a una nueva generación de científicos y su trabajo sentó las bases para que China enviara a sus propios astronautas a la Luna.
Volando alto
Irónicamente, el programa de misiles que Qian ayudó a desarrollar en China resultó en armas que luego fueron disparadas contra Estados Unidos.
Misiles «gusano de seda» de Qian fueron disparados contra estadounidenses en la Guerra del Golfo de 1991, señala Fraser Macdonald, y en 2016 contra el USS Mason por rebeldes hutus en Yemen.
«Es una extraña circularidad: EE.UU. expulsó esa experiencia que se volvió en su contra».
La vida de Qian duró casi un siglo.
En ese tiempo, China pasó de ser una economía insignificante a una superpotencia en la Tierra y en el espacio.
Qian fue parte de esa transformación.
Pero su historia podría haber sido una de las que enorgullecen a EE.UU., aquellas sobre alguien con talento que, sin importar sus orígenes, logra prosperar.
En 2019, China hizo historia y alunizó en el otro lado de la Luna, en el cráter Von Kármán que lleva el nombre del ingeniero aeronáutico que fue mentor de Qian.
Un guiño, quizás, al hecho de que el anticomunismo estadounidense ayudó a impulsar a China al espacio.
Nacionales
Ejecutan a un hombre dentro de quirófano en clínica de Culiacán

Culiacán, Sin.- Un hombre que permanece en calidad de desconocido fue ejecutado a balazos la noche de este viernes 31 de mayo al interior de un quirófano de una clínica privada ubicada en la colonia Gabriel Leyva, a la altura de la avenida Álvaro Obregón, en Culiacán.
De acuerdo con información de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), el reporte fue recibido alrededor de las 8:20 de la noche en el sistema de emergencias 911, donde se alertó por parte del personal del hospital, sobre la irrupción de sujetos armados en las instalaciones médicas. Según los datos, los agresores ingresaron directamente al quirófano donde se encontraba la víctima y le dispararon con arma de fuego hasta quitarle la vida.
La víctima, que presuntamente era atendida por heridas previas de bala, no ha sido identificada de manera oficial, aunque fuentes extraoficiales señalaron que había ingresado a la clínica tras sufrir una agresión armada anterior.
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