Columnas
AMLO humilla a la GN en Acapulco

Hay algo que quieras decirle al general secretario Luis Cresencio Sandoval?
“Que si pensaron en mandar tanta gente a Acapulco hubieran previsto instalaciones con lo mínimo indispensable que necesita un ser humano como: agua, luz, sombra y un lugar fresco para vivir”.
¿Cuántos días llevas en Acapulco?
103 días. Se supone que el despliegue máximo es de 90 días y debo ser relevado, pero el MEGNA no nos revela, por lo que somos negocio para ellos. Todo lo venden. Se supone que los uniformes, botas, equipo que necesitamos para operar en las calles debe ser administrado, pero aquí todo es negocio.
¿Qué es el MEGNA?
Es el mando especial de la Guardia Nacional de Acapulco. Son los jefes y generales que se encargan de la operatividad de la zona.
Esta columna podríamos decir que es el seguimiento de la que publiqué justo hace dos semanas: Ni el pueblo, ni los delincuentes y menos el gobierno nos respetan: Guardia Nacional, en la cual mi fuente era parte de la Guardia Nacional adscrito por la Secretaría de Marina y hoy mi fuente es adscrito por la parte de Sedena.
Justo hoy por la noche el presidente López Obrador, creador de la Guardia Nacional, estará en Acapulco clausurando la Convención Bancaria número 87.
Hoy olvide el café y vaya directo al shot, verá la indignación
¿Tú te enlistaste en la Guardia Nacional o en Sedena?
“Para entrar a la GN, hay que causar alta en la Sedena, la GN en sí es la misma Sedena, pero los mandos de la GN se enfermaron de tanto dinero que han podido robar y por eso limitan todo lo nuestro”.
Cuando ustedes se enlistan en la Sedena es para dar su vida por la patria y no es una frase retórica, ¿ustedes están para dar la vida por el Estado mexicano, es cierto?
“Así es, entregamos todo por servir a México. Sacrificamos estar con la familia, entregamos nuestra libertad y nuestra voz por servir, para que seamos tratados de esta manera. Y todavía tengamos que agradecer que estamos viviendo bien, según el MEGNA”.
¿Qué sientes de que venga el Presidente con los banqueros y a ustedes no los haya ni volteado a ver, y sus generales y superiores los traten así?
“Impotencia, se supone que somos la creación del partido del Presidente de la República, pero no nos han tratado como si fuéramos una fuerza armada.”
Supe que un compañero suyo se suicidó en el baño por las condiciones en las que viven y que muchos están deprimidos, ¿qué me puede decir?
“Así es, le negaron las licencias para ir a atender sus problemas familiares y sentimentales, además se le juntó con la carga del trabajo, el estrés y terminó tomando la decisión”.
¿Pasó algo?
“Nada. Les valió. Les valemos”.
Tras inhalar y exhalar y tragar saliva me enseñó una foto y prosiguió,
“En esta foto estábamos en Chilpancingo vivíamos en el estacionamiento de la fiscalía. No teníamos donde bañarnos o lavar la ropa. No teníamos con qué cubrirnos del frío porque no se nos permitió llevar cosas. Nos mandan a distintos lugares sin nada, porque no hay transporte suficiente para el personal o su equipo de viaje, entonces siempre adonde llegamos es estar comprando todo desde cero”.
¿Te compro algo que haga falta?
“No se preocupe, yo sólo quiero que seamos tratados como personas, como los que pertenecen al Ejército que portan el uniforme verde”.
“Cuando estábamos viviendo en la unidad deportiva Acapulco teníamos que tomar agua de una alberca para poder bañarnos o lavar, cuando llegué a vivir a Sello Rojo había que comprar pipas de agua para llenar tinacos y poder bañarnos o lavar; aquí donde me encuentro tenemos agua de cisterna”.
Siéntese bien
¿Qué es Sello Rojo?
“Es un depósito de carga de tráileres, en Ciudad Renacimiento, en Acapulco; es un lote baldío donde sólo lo vieron espacioso y ahí nos fueron a abandonar.
Otro fuerte

“Esto es la Unidad Deportiva Acapulco. Vivíamos en las gradas de la alberca y otros compañeros vivían en las gradas en una cancha de futbol. En esa alberca es donde tenemos que tomar agua para bañarnos y lavar; se puede ver el estado que está en la alberca. Hoy vivimos en unas bodegas donde no nos da el Sol directo, pero como no hay ventilación y somos como 200, el bochorno del calor es insoportable. Uno enciende el ventilador y lo único que circula por la bodega es el aire caliente. Los compañeros que tienen su horario de recorrido durante el día pueden descansar en la noche porque está más fresco, pero los que tienen su horario de recorrido durante la noche y tienen el día para descansar, ya no descansan debido al sofoco que se siente”.
Inhalen y exhalen
“El MEGNA mandó un oficio diciendo que todos los elementos en Acapulco los quieren con el uniforme impecable, el chaleco limpio y las botas lustradas. Pero no comprenden que nosotros no gozamos las comodidades de ellos. Los mandos tienen aire acondicionado, baños personales y su propio menú de comida”.
Otro fuerte
“A nosotros, el batallón, nos mandan comida, pero como no hay dónde refrigerarla, nos sirven la comida echada perder”.
Por eso están tan deprimidos y flacos, imagínense vivir así. Ellos no son criminales, ellos son partes de nuestras Fuerzas Armadas.
Además, les tienen prohibido vestir ropa de deporte o sea short y playera. ¡Es inhumano! Sólo lo puede hacer el personal femenino.
Más o menos el gasto que cada elemento de la GN hace por todo su equipo, en casco, botas, uniformes, lámparas, visores, etcétera, parecido al que les dan en Sedena es de 16 mil pesos.
¿Se hablaba que los de Semar decían que los de Sedena tenían que pagar por todo? Pues aquí me confirman que para salir de vacaciones tienen que soltar mil pesos.
Hoy el día a día de la GN desplegada en Acapulco es como de un elemento de seguridad privada. La ciudadanía les grita peyorativamente “guachos, guachos mugrosos”, de hecho, déjenme decirles que ha habido muchos enfrentamientos entre los ciudadanos de Acapulco con la GN, porque no los quieren y ellos tienen que mostrar la cara dura y estar ahí, permanecer, porque les están ordenando.
Por cierto, el comisario jefe es
J. Inés Meléndez Estrada
Mando Especial Acapulco
Sector 3 y 4
General secretario Luis Cresencio reaccione, es su gente y yo, como millones de mexicanos, una vez más, les pedimos disculpas por estas humillaciones.
¿Para esto quería bastón de mando?
_________________________________
La columna se publicó originalmente en El Financiero reproducida aquí con permiso de la autora.
Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.
Columnas
Yunes: el colmilludo que juega con todos

Opinión de Sofía García | El Heraldo de México |
Como era de esperarse, Miguel Ángel Yunes Márquez no se quedó quieto. Aunque se dice independiente —porque no le quedó otra— opera para varios, en privado, sin importar los colores, y es sabido que no son de fiar, por lo que Morena no puede confiarse. El senador veracruzano ha sostenido reuniones con panistas locales para asegurarles su respaldo en algunos municipios, mientras mantiene canales abiertos con el partido guinda. Tiene un pie en cada lado del río. Colmillo político, le llaman. O conveniencia descarada.
Pero ese juego doble no ha salido gratis. En Veracruz, el chapulineo ha hecho más ruido que las propuestas. En Xalapa, la oposición se desfondó antes de empezar: el PAN y PRI postularon candidatos que, según su propia militancia, no tienen con qué dar la pelea. Maribel Ramírez Topete, exdiputada de Movimiento Ciudadano, es reconocida como buen perfil, pero sin estructura. Y Silvio Lagos, ex diputado federal y notario, arrastra el lastre de su pasado con sus cercanos Fidel Herrera y Javier Duarte.
En el puerto, Morena apuesta a quitarle el bastión al PAN. Pero el apoyo tácito de Yunes a la 4T fracturó al panismo, abrió grietas internas y dejó a muchos sin brújula. En medio del reacomodo, quien más fuerza ha ganado es la propia gobernadora Rocío Nahle. Tras celebrar el fracaso de Yunes de sumarse oficialmente a Morena, Nahle ha movido sus fichas y colocado a perfiles cercanos en plazas clave. En Boca del Río, impuso a Bertha Ahued, quien además del respaldo del aparato estatal, carga con el apellido de Ricardo Ahued Bardahuil, actual secretario de Gobierno.
El PAN todavía podría retener Boca del Río, pero ya no será un paseo. Morena empieza a hacerles ruido, en un municipio donde antes ni pintaban.
Y mientras la lucha local se tensa, a nivel federal Rocío Nahle enfrenta otro frente: el desastre de Dos Bocas. La refinería estrella del sexenio pasado sigue sin refinar. Tres años después de su “inauguración”, apenas alcanza 48 mil barriles diarios, lejos de los 340 mil prometidos. Y para llegar a esa meta, aún necesita una inversión extra de mil millones de dólares para infraestructura que, en su momento, nadie contempló.
Incluso la presidenta Claudia Sheinbaum pidió, desde finales del año pasado, auditar, acelerar pagos a proveedores y frenar el despilfarro. La obra, que debía costar 8 mil millones de dólares, ya supera los 20 mil millones. Y el costo político apenas comienza.
FISCALÍA DE SLP AMENAZA A MADRES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA VICARIA
En San Luis Potosí, la Fiscalía no solo ha sido omisa frente a casos de violencia vicaria, también ha amenazado e intimidado a las madres que buscan justicia. Sí, a quienes tienen la custodia legal de sus hijos y que aun así han tenido que salir a las calles porque sus hijos fueron sustraídos por sus exparejas.
Mujeres marcharon en la capital potosina
para exigir el regreso de sus hijos, quienes fueron arrebatados sin que la autoridad actúe. La respuesta de la
Fiscalía General del Estado de SLP,
de acuerdo con las víctimas, ha sido con
evasivas legales y, lo más grave, amenazas.
Uno de los casos más recientes es el de
Ian Yael Escobedo Juárez,
de diez años, sustraído por su padre el 21 de marzo. Su madre,
Daniela Martínez
, permitió que conviviera con él. No volvió a saber nada de él. La Fiscalía emitió una ficha de búsqueda, sí, pero ha sido incapaz de recuperarlo. Otro, es el caso de
Alanna Sofía Ortiz Guerrero
, de cinco años, quien también fue sustraída el 12 de febrero. La madre y la abuela saben dónde está, lo han denunciado. En plena protesta, con presencia de colectivas y medios, funcionarios de la
FGJESLP ofrecieron diálogo a puerta cerrada
, desde adentro se menciona que la fiscal
María Manuela García Cázares
minimiza porque tiene otras prioridades. “Es un problema familiar”, dijo ante la prensa. No. No es un asunto privado.
Es un delito. Tal vez la fiscal no lo sepa.
Nos vemos a las 8 por el 8 POR SOFÍA GARCÍA
COLABORADORA
@SofiGarciaMX
Columnas
La impunidad mexicana

Opinión de Gustavo Rentería | El Heraldo de México |
La corrupción es un mal que aqueja a prácticamente todas las naciones. El manejo de multimillonarios recursos públicos le ofrece fácilmente a los encumbrados en el poder a quedarse con porcentajes de todo ese dinero utilizado. No estamos diciendo que esté bien, pero la mayoría de los que buscan altas posiciones, no es para trabajar por los demás, no nos chupemos el dedo a estas alturas. Claro, hay honrosas excepciones en todo el orbe.
El verdadero problema es la maldita impunidad. Es decir, quien la hace, aquí no la paga. Un buen ejemplo es el caso Odebrecht. Latinoamérica reaccionó rápidamente y México sigue navegando en la impunidad. Esta región del planeta investigó y castigó; pero aquí, se protegió y nadie pagó los platos rotos.
Luiz Inácio Lula da Silva (presidente de Brasil) fue condenado en 2017 por recibir dinero en efectivo de funcionarios de la empresa. Se habla de 4 millones de dólares. Su condena fue anulada, pero tuvo que regresar el dinero.
Alejandro Toledo (presidente de Perú) fue condenado, en 2024, a 20 años de prisión por recibir 35 millones de dólares. A cambio, dio concesiones para construir y operar carreteras.
Pedro Pablo Kuczynski (presidente de Perú) vive en arresto domiciliario -por su edad- por lavado de activos para la empresa brasileña.
Alan García (presidente de Perú) ya fallecido, también recibió sobornos para que Odebrecht construyera el metro de Lima. Se suicidó en abril de 2019, cuando la policía llegó a detenerlo.
Keiko Fujimori (candidata presidencial de Perú) lavó activos y vive en prisión preventiva por recibir 1.2 millones de dólares de la empresa.
Jorge Glas (vicepresidente de Ecuador)
fue condenado en 2017 a seis años de prisión. Fue liberado en 2022.
Juan Manuel Santos (presidente de Colombia)
fue acusado por recibir sobornos de la empresa; fue absuelto por falta de pruebas, pero todos los señalan como culpable.
Ricardo Martinelli (presidente de Panamá)
lavó activos por 6 millones de dólares, a cambio de ofrecer a Odebrecht el metro de la ciudad.
Mauricio Funes (presidente de El Salvador)
huyó a Nicaragua acusado de enriquecimiento ilícito gracias a la empresa.
Otto Pérez Molina (presidente de Guatemala)
financió su campaña con 32 millones que llegaron en un avión desde São Paulo. Y
Ollanta Humala (presidente de Perú)
fue condenado ayer a 15 años de prisión, junto con su esposa, por recibir 3 millones de dólares para financiar su campaña. Aquí en nuestro país,
Emilio Lozoya es el único menso señalado. No quiere abrir la boca.
¿Ya está claro que en México impera la impunidad?
COLOFÓN:
*Fui testigo del
Zócalo Ciudadano
#24. La Jefa de Gobierno,
Clara Brugada
, el Secretario de Gobierno,
César Cravioto
, y prácticamente todo el Gabinete,
atienden directamente a quien se acerque.
*Hasta el domingo 27 en la CDMX hay un
gran despliegue de seguridad con motivo de la Semana Santa.
*Casi
15 mil elementos, con 268 vehículos, 40 motos, cinco grúas, 22 ambulancias, y un helicóptero
protegiendo a los turistas. POR GUSTAVO RENTERÍA
COLABORADOR
GUSTAVO@GUSARTELECOM.COM.MX X: @GUSTAVORENTERIA
Columnas
La amenaza armada

Opinión de Mauricio Merino | El Universal |
Me gustaría escribir que no existe la más mínima posibilidad de que el gobierno de los Estados Unidos tenga una incursión militar en México, pero no sería verdad. De hecho, ha sucedido varias veces. No me refiero a la guerra y la invasión de 1846 que terminó, un tristísimo 2 de febrero de 1848, con la pérdida de más de la mitad del territorio mexicano; ni a la llamada “expedición punitiva” organizada para castigar la incursión de Pancho Villa a Columbus, Nuevo México, en 1916.
No. Hablo de intervenciones mucho más recientes, como la del secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada, que desató la guerra entre bandas enfrentadas que ha bañado de sangre y de zozobra a Sinaloa. No hace mucho, supimos de la operación llamada “rápido y furioso” que distribuyó armas entre organizaciones criminales para rastrear sus usos y destinos y acabó perdiéndoles el rastro y expandiendo la violencia en territorio mexicano. Hoy sabemos que hay drones militares volando sobre México, pero no sabemos para qué ni tampoco qué secuelas vendrán tras ellos.
Los Estados Unidos siempre han tenido un doble rasero moral para juzgar lo que toleran en su territorio y lo que hacen fuera de él. De hecho, ha sido la única democracia del mundo que ha combatido a otros regímenes igualmente democráticos para hacer prevalecer sus intereses. Ahora que estamos recordando a Eduardo Galeano a diez años de su muerte, bastaría volver a leer Las Venas Abiertas de América Latina para constatar que esas intervenciones americanas (¿antiamericanas?) han sucedido una y otra vez a lo largo de nuestro continente. La democracia más poderosa del planeta ha preferido convivir con dictaduras más o menos sometidas que negociar con otras democracias consolidadas.
Por otra parte, el presidente Donald Trump ha mostrado que es un ludópata del poder y la política. Su afición por los casinos es una metáfora de su forma de entender el mundo: para él, todo es un juego que gana quien apuesta con más fuerza y convicción porque sabe esgrimir sus “leverage” (su influencia, sus palancas, su poder). Hasta ahora, sus fichas se han ceñido al tablero de los aranceles. Pero ya anticipó hasta dónde estaría dispuesto a llegar al designar a seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas internacionales y revelar, con desparpajo, que la Casa Blanca no ha descartado ninguna opción para enfrentar a esas organizaciones a quienes se culpa del tráfico de fentanilo.
Si el presidente Trump decidiera intervenir con armas para detener a algunos capos de los cárteles o para destruir laboratorios, casas de seguridad o campos de adiestramiento en territorio mexicano, pondría al gobierno de Claudia Sheinbaum entre la espada y la pared y nos llevaría, como país y como región, a una situación apenas comparable con las que vivimos en el Siglo XIX. La tecnología de esa intervención violenta sería distinta, pero la motivación y la reacción serían las mismas. En materia de poder, casi nada ha cambiado.
De ahí que, aunque una decisión de esa magnitud fuese aplaudida por la mayoría en los Estados Unidos, no tengo ninguna duda de que en México sería reprobada de manera casi unánime. De suceder, renacería el nacionalismo de bandera, tequila y canto; y los cárteles, cuya fama pública se ha ido arraigando tanto como sus redes y tentáculos (véase nomás el éxito de los corridos tumbados), podrían acabar convertidos en héroes patrios para el imaginario popular. Y si Trump quisiera insistir en que esa intervención habría respondido a la complicidad entre el gobierno mexicano y las organizaciones criminales, las consecuencias serían funestas.
No es imposible que eso suceda ni que los esfuerzos diplomáticos de México para lidiar con el ludópata sean traicionados. Pero en ese juego, todos acabaríamos perdiendo.
-
Nacionaleshace 11 meses
Emboscan a policía estatal de Michoacán hay 27 policías muertos
-
Columnashace 1 año
Reparto de “hueso” fractura al frente opositor
-
Estataleshace 1 año
Linchan a sicario por muchedumbre en Martínez de la Torre
-
Estataleshace 1 año
MUERE PETROLERO TRAS SER BALEADO EN POZA RICA
-
Columnashace 1 año
Las Candidaturas: Voluntad política