En 1950, un profesor de la Universidad de Cornell, Clive McCay, estudió los efectos de sumergir un diente en refresco Coca-Cola. El experimento se enfocó en la alta concentración de ácido fosfórico de la bebida y encontró que el diente se volvía más áspero debido a al daño en el esmalte. Esto logró que, más adelante, la empresa redujera la cantidad de ácido fosfórico en su refresco. La propia marca, incluso, admite que alimentos y bebidas ácidas con altas dosis de azúcar, pueden generar caries y erosionar los dientes si se consumen con frecuencia.

No obstante, la investigación de McCay fue distorsionada y convertida en un mito urbano que afirma que el diente se disolvía por completo, lo cual no es verdad. Esto representó uno de los primeros capítulos de lo que más tarde se denominaría la Guerra de las colas, la rivalidad entre Coca-Cola y Pepsi que ha continuado por décadas. Pero, ¿qué hay de cierto sobre aquella creencia de que un diente puede desaparecer por completo entre refresco, de un día para otro?

¿La Coca-Cola disuelve un diente en una noche?

Estudios posteriores apoyados en Microscopía de Fuerza Atómica (AFM por sus siglas en inglés), encontraron que la Coca-Cola, en efecto, provoca erosión en la superficie del esmalte. La investigación Prueba del efecto de bebidas agresivas sobre el daño a la estructura del esmalte, de 2027, realizó experimentos en 40 dientes extraídos en dos grupos, uno de los cuales fue tratado con Coca-Cola durante cinco minutos. Se hallaron diferencias significativas entre ambas muestras, como la desmineralización del esmalte y la rugosidad de la superficie de las piezas dentales.

Los efectos del refresco en los dientes

Más allá de los problemas potenciales de obesidad y diabetes, los refrescos, en general, pueden tener efectos dañinos en la dentadura, como la caries. El portal médico Healthline apunta que el azúcar de estas bebidas interactúa con las bacterias de la boca y genera ácido. Esto aplica tanto para el refresco regular como para aquellos que dicen no contener azúcar. Con cada trago de refresco se inicia una reacción dañina que dura alrededor de 20 minutos. Si se bebe todo el día, los dientes están bajo daño constante.

Cómo cuidar tus dientes si tomas refresco

Si tienes el hábito de tomar refresco, puedes llevar a cabo las siguientes acciones para no dañar tu dentadura, de acuerdo con Healthline . – Bebe con moderación: no más de una bebida azucarada al día. – Bebe rápidamente: entre más tiempo permanezca sobre las piezas dentales, más daño causan la combinación de azúcares y ácidos. – Usa un popote: esto prevendrá que haya contacto directo con los dientes y molares. – Enjuaga tu boca con agua poco después: esto ayudará a remover residuos potencialmente dañinos – No cepilles tus dientes inmediatamente: la fricción contra los dientes recientemente recubiertos de ácido podría hacer más daño que bien. – No tomes bebidas azucaradas antes de dormir: además de que podrían mantenerte despierto, el azúcar y el ácido atacarán el esmalte dental durante toda la noche. – Acude a revisiones dentales periódicas: esto detectará problemas que podrían volverse más serios más adelante.