Síguenos en nuestras redes

Columnas

Trump: el bravucón cada vez más débil

Comparte la nota en tus redes sociales

Opinión de Ricardo Pascoe | El Heraldo de México |

Se habla de que Trump está revolucionando al mundo, y que nada será igual después de él y de su gobierno. Es un juicio un poco acelerado y bastante precipitado. ¿Qué tan cierto puede ser aquello de que está cambiando paradigmas para un futuro inesperado y nunca antes visto?

Lo que es cierto es que está tratando de implementar el playbook de una corriente ideológica que siempre ha estado promoviendo sus propuestas e ideas. Pero, ¿qué tan novedosas son sus ideas?

Publicidad

Ha promovido una idea nativista de lo que aspira ser el país que gobierna. Eso es, que es un país de migrantes, sí, pero con rasgos caucásicos. La migración no es de negros, ni latinos ni asiáticos. Según su idea, el origen geográfico original de los estadounidenses es la masa central de Europa, desde las Islas británico-irlandesas hasta lo que puede considerar la parte europea o blanca de Rusia.

La posterior migración de negros (en calidad de esclavos) o latinos y asiáticos, en calidad de mano de obra barata, ingresaron al territorio nacional para trabajar, pero no para integrarse a la sociedad como tal. Los nativistas no tienen una clara explicación de por qué los migrantes terminaron por integrarse a la sociedad en general, pero el hecho es que lo lograron plenamente, y exigen sus derechos, igual que los de los blancos.

Hoy el rechazo a lo que la corriente representada por Trump llama la cultura “Woke” (igualdad, integración, equidad) es el hijo putativo de la idea de que los “auténticos” estadounidenses son los originarios de Europa, y cualquier cosa distinta no los representa.

Publicidad

De ahí el rechazo a todo lo que sea “no-europeo o no-blanco”, por considerarlo ajeno a su “patria originaria”.

Para enfatizar el punto, el gobierno de Trump está por recibir la migración a su país a blancos de Sudáfrica, por considerar que ese país mayoritariamente de población negra discrimina a los blancos. También tiene que ver con la influencia de Elon Musk en el actual gobierno, que es originario de Sudáfrica.

El nativismo estadounidense parte, entonces, de un punto de vista excluyente y racista. Es un motor potente en el gobierno de Trump, pero el racismo en ese país ni empezó con Trump ni terminará con él. El llamado excepcionalismo estadounidense se enlarvó en el nido de ese nativismo. La tesis de que hay algo excepcional en la gestación y consolidación de los Estados Unidos proviene de una raíz racial. Casi desde la redacción de la Constitución de los Estados Unidos, se consideraba que el ser “República” y no “Monarquía” era, en sí, una revolución. Ese gobierno nació siendo revolucionario y, por tanto, apto para difundir su modelo de gobierno hacia otras latitudes. Incluso, se tomó en serio la idea de difundir las ideas del gobierno revolucionario estadounidense hacia sus vecinos, concretamente las colonias españolas al sur. Así, Thomas Jefferson inspiró las ideas contenidas en las constituciones de las futuras repúblicas de América Latina. Así, el excepcionalismo se interpretó como expansionismo. Así, los Estados Unidos nació con la idea de que tenía la misión de engrandecerse al predicar y, donde era posible, imponer sus virtudes al mundo. La Doctrina Monroe es eso, y se aplica hasta el día de hoy. Las pretensiones expansionistas de Trump son la forma actual, y locuaz, de decir y hacer lo mismo que ha hecho Estados Unidos desde siempre. Ahí no hay nada nuevo, excepto la forma. El fondo es el mismo. Todo eso, el nativismo y el excepcionalismo, se relacionan lógicamente con el proteccionismo, tanto económico como militar de Estados Unidos. El gobierno de Trump tiene una estrategia que podría denominarse “fortaleza USA”. La idea de protegerse al norte, con Canadá y Groenlandia, y al sur desde el Canal de Panamá, materializa esa idea de establecer áreas de contención estratégicas para impedir invasiones, ataques o la llegada de indeseables, concretamente indocumentados variopintos. Económicamente, el gobierno de Trump promueve la idea proteccionista de que la autosuficiencia es un objetivo primordial que debe cumplirse. De ahí nace la noción de la reindustrialización de Estados Unidos, junto con la promoción de la relocalización. Su idea es: relocalizar industrias dentro de Estados Unidos, mientras se ofrece pagar la “relocalización” de indocumentados fuera de su país por la suma de mil dólares y un boleto de avión. La idea, en resumen, es que las industrias se establezcan en Estados Unidos para que sea autosuficiente, mientras los indocumentados sean repatriados a sus países para frenar la degradación de la sociedad estadounidense. Es, en el fondo, un modelo de proteccionismo correspondiente a la visión de mundo, según Trump. Trump piensa que cuando Estados Unidos suena su trompeta, todo el mundo se pone en alerta, listo para reaccionar. Quizá así fue en alguna época, aunque no lo creo plenamente, pero hoy las cosas no son así. Y menos con su gobierno, que solamente amenaza y alardea, pero ni cumple ni asusta plenamente. Su política de aplicar aranceles a todo el mundo, para luego arrepentirse y retirarlos, va a terminar en el campo de la ridiculez más grande de la historia, siendo un barrunto de amenaza que hará caer en el desprestigio más absoluto de Trump como personaje bufonesco que mostró al mundo que no entiende nada. Y que no merece respeto. Y peor: su país perderá cara ante la comunidad internacional. Esencialmente, Trump piensa que goza de un poder mucho mayor al que realmente tiene. Estados Unidos es fuerte en la medida en que encabeza una coalición de países. Cuando pierde el liderazgo de esa coalición, como lo está perdiendo Trump, su fuerza individual como país disminuye rápidamente. Cuando Trump pone aranceles a aliados tan importantes como Japón, Corea del Sur y Filipinas, ellos inmediatamente se sientan a la mesa con China para compartir nuevas oportunidades económicas. Y detrás de esas conversaciones, vienen pláticas sobre temas de seguridad en el mar que comparten y el asunto estratégico de Taiwán. Estados Unidos, con su insolencia, individualismo y prepotencia, pierde terreno rápidamente. Trump está siendo desafiado por sus aliados tradicionales de la OTAN en el caso de Ucrania, después de haberles impuesto aranceles a todos los países de Europa. Mientras Putin se reunía en Moscú para su desfile militar, con la presencia de China, Brasil, Cuba y Venezuela, entre otros, defendió y alabó a sus soldados que invadieron Ucrania. Al mismo tiempo, Zelensky se reunía en Kiev con todos los países de la OTAN, incluyendo Gran Bretaña, Alemania y Francia. En los discursos en Ucrania se denunció a Putin por sus crímenes de guerra contra la humanidad y se le exigió una tregua total de 30 días. Estados Unidos era el gran ausente y no tuvo un lugar, ni en Moscú ni en Kiev, remarcando su aislamiento en torno al conflicto entre Rusia y Ucrania. Quizá ese gran cambio histórico a que refieren cuando hablan de la “revolución” de Trump y su gobierno, pero está convirtiendo a Estados Unidos en el bravucón más débil de la historia contemporánea. Claro, cuando se percata de su verdadera situación y el caos que ha creado, por poco visionario e ignorante, Trump es capaz de hacer cosas terriblemente destructivas. Por eso, es necesario acotar y, hasta donde es posible, controlar sus peores instintos. Pero esa responsabilidad le corresponde al pueblo estadounidense. POR RICARDO PASCOE

Publicidad

COLABORADOR

ricardopascoe@hotmail.com

@rpascoep

Publicidad
Publicidad
Click para comentar

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Columnas

La privatización silenciosa del sistema público de salud en México

Comparte la nota en tus redes sociales

Opinión de Adolfo Martínez del Valle | El Heraldo de México |

Desde hace más de una década, el porcentaje de la población sin seguridad social atendida en el sector privado ambulatorio creció de 31 a 60 entre 2012 y 2022, mientras que la población derechohabiente del IMSS usuaria de los servicios privados creció de 31% a 34% y la del ISSSTE de 28% a 41% en el mismo periodo.  Estas cifras revelan la menor capacidad resolutiva de los servicios públicos de salud para atender las necesidades de la población sin seguridad social.

La principal fuente de financiamiento de esta creciente atención en el sector privado ha sido el gasto de bolsillo, el cual después de un descenso sostenido entre 2002 y 2013, aumentó hasta llegar a 41% en 2021, una de las cifras más altas de los sistemas de salud latinoamericanos. Colombia y Costa Rica y Chile presentan porcentajes mucho menores de 15.1 y 22.4, respectivamente. El recorte presupuestal a los servicios públicos de salud de 11% en 2025 presagia una mayor privatización en la atención ambulatoria.

Publicidad

A pesar de su considerable crecimiento, esta privatización no ha sido ni rigurosa ni suficientemente abordada.  Por ello se denomina como silenciosa. Este fenómeno exige primero visibilizarse como problema de salud pública, producto de la falta de capacidad de los servicios públicos de salud para responder a la demanda de atención. Sin embargo, sigue siendo ignorada en el recientemente publicado Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030.

Requiere también implementar tres estrategias. La primera implica aumentar gradualmente el gasto público en salud para la población sin seguridad social hasta 30% -similar al gasto de la población con seguridad social- para revertir la tendencia del creciente gasto privado de bolsillo como porcentaje del gasto total.

La segunda es asignar este incremento del gasto público en salud para mejorar la capacidad ambulatoria del sector público, a través de modelos de atención primaria preventivos y resolutivos de los crecientes problemas crónicos de salud.

Publicidad

Finalmente, se debe aprovechar la capacidad resolutiva de la oferta ambulatoria privada, incluyendo los consultorios adyacentes a farmacias para atender sobre todo problemas agudos de salud e integrarlos a la red de servicios a través de una regulación efectiva.

Sin estas medidas, la atención ambulatoria pública seguirá siendo insuficiente y la privatización mantendrá su silencioso crecimiento en perjuicio de la salud de la población más vulnerable de este país.

POR ADOLFO MARTÍNEZ VALLE DOCTOR EN POLÍTICAS PÚBLICAS Y SALUD MSC INTERNATIONAL HEALTH, HSPH

Publicidad
Seguir Leyendo

Columnas

Un negocio mayor que la droga

Comparte la nota en tus redes sociales

Opinión de Jorge Fernández Menéndez | Debate |

¿Cuántas veces dijo López Obrador el sexenio pasado que se había acabado con el huachicol? Era uno de sus caballitos de batalla. Era también una mentira tan grande como sospechosa. El huachicol, no sólo no se ha erradicado, sino que ha crecido en forma notable y se ha internacionalizado, tanto el contemplado como el robo de combustibles en sus más diversas formas como el llamado huachicol fiscal, que creció geométricamente durante el pasado sexenio. Es una sangría económica pero también una de las mayores fuentes de ingreso del crimen organizado, con lazos estrechos con el poder político y con empresas como Pemex.

El delito es investigado en Estados Unidos, que lo considera uno de los principales instrumentos del crimen organizado que en México. Allá hay denuncias, investigaciones del departamento del Tesoro y hasta detenidos. Aquí hemos encontrado millones de litros de combustibles en puertos de Tamaulipas y Baja California, con grandes empresas que encubiertas pero no tenemos una sola detención de impacto, ni de la venta de combustibles en Estados Unidos y que se envía hasta India, Japón y China, como tampoco del huachicol fiscal.

Publicidad

Ayer se publicó que las pérdidas en el IEPS, en impuestos especiales sobre gasolinas, por huachicol fiscal, alcanza hasta los 554 mil millones de pesos al año. Pero según fuentes oficiales la utilidad que tienen quienes operan el huachicol fiscal supera los 300 mil millones de pesos al año. ¿Ni un detenido, ninguna red destruida, ningún funcionario investigado en un negocio de esa magnitud?. No es posible.

Porque además hay denuncias hasta en medios y desde años atrás, de redes y personajes involucrados con este negocio y no pasa nada. Este delito es, además, el principal responsable de la violencia en Guanajuato y zonas vecinas, mucho más que el tráfico de drogas, también en zonas de Tamaulipas y Baja California, los personajes involucrados están relacionados con varios estados incluyendo Sinaloa. El huachicol, junto con la migración y el fentanilo son los grandes proveedores de recursos para el crimen organizado, y en la medida en que se toman acciones más duras contra migración y drogas, mayor importancia adquiere para los grupos criminales. Es parte de la exigencia de la casa Blanca respecto a romper redes de corrupción y complicidad.

Las denuncias presentadas en Estados Unidos involucran sobre todo al Cártel Jalisco Nueva Generación que es el responsable de aproximadamente el 85 por ciento del combustible robado, utilizando incluso túneles para acceder a los ductos, pero participan también otras organizaciones criminales.

Publicidad

El proceso inicia con la extracción ilegal de petróleo crudo directamente de la infraestructura de Pemex mediante tomas clandestinas perforadas en ductos, especialmente en zonas estratégicas como Guanajuato, Veracruz y el Golfo de México. El crudo robado se almacena en tanques clandestinos o camiones cisterna controlados por el cártel en territorio mexicano. Desde allí, el hidrocarburo es transportado en caravanas hacia las zonas fronterizas del norte, principalmente Tamaulipas, que funciona como corredor logístico para el contrabando hacia Estados Unidos.

En Tamaulipas, el control de rutas y cruces fronterizos está en manos, dicen las autoridades, de líderes criminales como César Morfín Morfín, apodado el Primito, quien cobra cuotas a los transportistas y supervisa la falsificación de documentos para evadir inspecciones.

Al cruzar la frontera, el crudo es depositado en lotes vacíos y centros de almacenamiento en Texas, muchos de ellos operados por empresas fachada o importadores cómplices vinculados al cártel. Para ocultar el origen ilícito del producto, se falsifican documentos aduaneros que clasifican el crudo como “aceite usado” u otros residuos, lo que permite evadir regulaciones fiscales y ambientales.

Publicidad

Desde esas empresas, el petróleo robado se vende a precio reducido a refinerías, distribuidores o corredores internacionales. Y según las investigaciones del departamento del Tesoro ese crudo obtenido en forma ilegal ha llegado a los mercados globales, vendiéndose en India, China, Japón y regiones de África.

El camino inverso es el que sigue el huachicol fiscal, que representa un 30 por ciento de todo este negocio. En el huachicol fiscal se evita el pago de impuestos al ingresar hidrocarburos al país con documentos falsificados o con fracciones arancelarias incorrectas. Por ejemplo, se importa diésel, pero se declara como lubricantes para evadir el pago del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios. También incluye la subdeclaración de volúmenes importados y la venta de combustibles a precios por debajo del mercado, afectando a empresas legales y a la recaudación fiscal.

Ha habido algunos golpes a empresas y personas, como las compañías Servicios Logísticos Ambientales S.A. de C.V. y Grupo Jala Logística S.A. de C.V., pero el negocio permanece inalterable. Imagínese usted el recorrido burocrático que se requiere para extraer el crudo, depositarlo, cruzar la frontera en un sentido o en el otro, distribuirlo y venderlo a sus usuarios, dentro o fuera del país. Estamos hablando de un negocio de cientoS de miles de millones de pesos que no se puede realizar sin amplias redes de protección y complicidad.

Publicidad
Seguir Leyendo

Columnas

Antes del Oxxo y de la Unión Tepito

Comparte la nota en tus redes sociales

Opinión de Héctor de Mauleón | El Universal |

En una esquina de Palacio Nacional, paquetes cerrados de DHL amontonados en el suelo: “¡Va parejo, 150 pesos, parejo! ¡150 pesos lo que le salga!”, grita el vendedor. Tiene a su lado unas muestras de lo que acaso pueden contener los sobres: camaritas, pequeños aparatos electrónicos: “¡150, lo que le salga!”.

Una bola observa, tal vez esperando que se anime el primer incauto. ¿De dónde vienen esos sobres sellados que se ofrecen a la luz del día?

Publicidad

Allá, Correo Mayor es un amontonamiento indescriptible. “Diablitos”, motonetas que avanzan en sentido contrario, bicitaxis con señoras cargadas de bolsas, autos atrapados en el tráfico, ruido, miles de transeúntes en las banquetas, sudando entre el tráfico.

Lentes para sol a 20 pesos. Pantalones de mezclilla a 100. Camisetas de 15 y de a 30. Tres vestidos por cien. Gorras, pelucas de colores, mallas, tenis, pants, lápices labiales. Gente con radios en la mano vigila, avisa, ordena. Es la espalda del Palacio Nacional y ahí comienza lo ilegal, toneladas de productos chinos ocupan las banquetas, los quicios, todo.

Música sale a todo volumen desde las tiendas. Las piedras labradas “primorosamente” por los artífices del mundo novohispano sirven de agarraderas para los toldos que protegen del sol a los vendedores. Les meten clavos a los muros, se cuelgan de los hierros garigoleados de los antiguos balcones.

Publicidad

El Corredor Cultural Moneda vive ahogado. Cuesta trabajo llegar a la Casa de la Primera Imprenta, al Museo Nacional de las Culturas del Mundo, al UNAM Hoy, al Palacio de la Autonomía, a la Academia de San Carlos, al Ex Teresa Arte Actual, al Museo José Luis Cuevas…Vallas permanentes, filtros de seguridad, ambulantaje desbordado, restricciones diarias al libre tránsito… Los turistas —dicen en los museos— se quejan de que les roban carteras y pasaportes.

No hablemos de Guatemala, Argentina, Pino Suárez, tramos de Uruguay. No hablemos de Eje Central con su doble hilera de ambulantes en cada banqueta. Mucho menos de Allende, Tacuba, El Carmen, Venezuela, Nicaragua, Perú, Apartado, Peña y Peña, Girón, Costa Rica, Jesús María, Soledad, Corregidora, San Pablo, Circunvalación.

Ya ninguna de esas calles les alcanza a las muchedumbres errantes. Pero el problema no solo son los ambulantes. Es la mugre, la basura, la suciedad, el abandono, la implacable erosión del Centro.

Publicidad

Llegué a estudiar al Claustro de Sor Juana hace 35 años y qué catálogo de maravillas, qué gabinete de curiosidades los billares, los cafés, las librerías de viejo, las mesas de dominó en las cantinas, las vecindades con pollos y macetas renegridas, el olor a incienso de los templos.

Carlos Monsiváis en la librería Los hermanos de la hoja. José Emilio, una noche, en un reservado del bar La Ópera. Andrés Henestrosa, todos los días, en el Sanborns de los Azulejos. Pita Amor repartiendo paraguazos en Bolívar. Zabludovsky comiendo langostinos en El Danubio, Alí Chumacero burlándose de Arqueles Vela en la Hostería de Santo Domingo: “El FCE le publicó sus Obras Completas y al poco tiempo se murió. Yo creo que las leyó y se murió”, y Resortes llegando en un convertible al Teatro Blanquita.

Eje Central hervía casi siempre, pero a solo a una calle era 1710 o 1920. Íbamos a buscar a la cubana que según Ricardo Garibay vivía en el barrio de San Miguel y tenía un pequeño muñeco de trapo con el que hablaba en voz baja y según esto le decía el futuro. Caminábamos por Donceles buscando la casona de Aura, la de la novela de Carlos Fuentes, o por el Callejón de la Condesa, ya entrada la noche, para ver si seguía existiendo El Fantasma del Correo, la vieja prostituta pintarrajeada, de la que hablaba De la Colina.

Publicidad

La música de marimbas y sinfonolas. El olor de las tabaquerías en Marroqui y del aroma del café en el Tupinamba. La rifa del pollo en Los Portales. Camiserías, zapaterías, una tienda en la que solo vendían plumas. Regresábamos a Donceles para buscar la casa donde mataron a Dongo, y a República de El Salvador para localizar “el teatro de los hechos” en el asesinato de los hermanos Villar Lledías.

He conocido desde entonces muchos Centros. El Centro de antes del Oxxo y de las Farmacias del Ahorro. El centro cargado de extrañeza en donde uno compraba lo que era imposible hallar en otro lado. El Centro de después del terremoto, y de los cafés de los periodistas. El Centro de Salinas de Gortari, que apestaba a orines y que María Félix consideró una vergüenza. No se diga el Centro de López Obrador, con tres hileras de ambulantes en cada calle mientras el Archivo Histórico de la ciudad se caía de viejo.

Llevo casi 20 años caminando el Centro cada semana. Las últimas veces lo hago con tristeza, con lástima y con rabia. Porque nunca lo había visto de este modo. Otro centro: uniformado por las chelerías y los locales de tacos al pastor por toda oferta gastronómica. El Centro de las motos de la Unión Tepito, de las ejecuciones y del cobro de piso. El Centro amolado, chueco y perdido, al que parece que se le cae un trozo cada día.

Publicidad

Qué razón tenía Monsiváis. El Apocalipsis ya ocurrió y nunca nos dimos cuenta

Seguir Leyendo

TRÁMITE DE VISAS EN XALAPA

Tramite de visas en Veracruz

Más noticias

Las más leídas

Copyright © 2024 GRUPO ES NOTICIA S.A. DE C.V.
Somos más que un portal de noticias, somos tu fuente de información.
De Veracruz, para México y el mundo.