:: La Secretaria de Educación de Veracruz debe tomar cartas en el asunto.

:: Instalaciones educativas no deben compartir espacios con cuartos de renta.

Vecinos reiteran que el sujeto que renta un cuarto arriba del jardín de niños, lo han visto salir con una playera color guinda con los logotipos del Ayuntamiento de Coatzacoalcos, además de portar otros uniformes como una camisa color blanco y otra de color azul, también con las insignias correspondientes.

El masculino en cuestión, se siente amparado para hacer y deshacer lo que quiera, y utiliza las instalaciones de párvulos como un centro para proyectar sus más bajas preferencias hedonistas.

Esta Jardín de Niños – Cuartos de Renta, está ubicado en la sexta calle de Zamora, a lado de la alberca semi olímpica de la ciudad.

El presunto drogadicto, sale temprano de las instalaciones y regresa mucho tiempo después de concluir la instrucción escolar, para que los padres de familia y autoridades escolares, no detecten que en el mismo edificio de día es una institución educativa, de tarde y noche un espacio de inquilinos.

Es posible que la Secretaría de Educación de Veracruz, no tenga conocimiento de esta situación, la cual es contrario a la normativa y estatutos para otorgar los acuerdos necesarios para dar de alta un edificio escolar, no se puede concebir la falta de supervisión por autoridades educativas.

Este desadaptado, pudiera ser el mismo funcionario de una dependencia crítica del gobierno de la ciudad, que labora subiendo el primer nivel del palacio municipal, mencionado en una columna política recientemente.

Tanto las autoridades de la SEV y de H. Ayuntamiento deben tomar las acciones necesarias, uno: hacer una inspección adecuada revalorando los acuerdos para el funcionamiento como institución educativa y la otra, haciendo un Antidoping y control de confianza a sus secretarios, directores, subdirectores, jefes de departamentos, con el objetivo de detectar a manzanas podridas.

Es inconcebible tener a un funcionario utilizando presuntamente drogas y sea el indicado para tomar decisiones en la política, obras e imagen del Gobierno de la ciudad, es un desatino, pero lo más infame sería a sabiendas de su debilidad continúe en su puesto, todavía peor es que se haya contratado sin investigar sus desviaciones.