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Internacionales

México y el castigo del diablo: violencia y narcotráfico bajo la mirada del Papa Francisco

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Durante entrevistas ofrecidas a Televisa y Univisión en 2020 y 2022, el Papa Francisco compartió una lectura espiritual, social y política sobre la compleja situación de violencia en México, incluyendo temas como el narcotráfico, los feminicidios, la migración y la trata de personas.

Una de las declaraciones más notorias del pontífice se refiere a una supuesta “bronca especial del diablo” contra México, provocada —según él— por la presencia de la Virgen de Guadalupe. Esta perspectiva espiritual se entrelazó con un análisis más amplio del impacto de la delincuencia organizada y el papel de la sociedad en esta crisis.

“El negocio de la droga no es solamente satisfacer el vicio, sino provocar más vicio. Es un negocio destructor”, afirmó el Papa en la entrevista conjunta realizada por Valentina Alazraki y María Antonieta Collins en julio de 2022.

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Una identidad espiritual bajo asedio

Desde una mirada simbólica y religiosa, el Papa Francisco planteó que México ha sido históricamente un blanco del mal debido a su vínculo con la Virgen de Guadalupe. En palabras del líder de la Iglesia católica:

“Yo pienso que a México el diablo lo castiga con mucha bronca por esto. Creo que el diablo no le perdona a México que ella haya mostrado ahí a su hijo”.

Añadió que esta devoción mariana está profundamente enraizada en la identidad del país, incluso entre quienes no profesan la fe católica. “Se sienten hijos de la que trajo al salvador, destruyó al demonio”, señaló, destacando que esta conexión espiritual podría ser una de las causas de la violencia histórica que ha atravesado la nación.

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El Papa también hizo referencia a las persecuciones religiosas vividas en México, sugiriendo que no se han presentado con igual intensidad en otros países latinoamericanos.

https://x.com/jrisco/status/1133375058880192512

“Hay como una especial… esto no es teología, hablo como hombre de pueblo: como si el diablo le tuviera bronca a México. Porque si no, no se explican tantas cosas”, reflexionó.

El narcotráfico como red de destrucción y dolor social

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En su análisis de la violencia relacionada con el narcotráfico, el Papa subrayó que no se trata de un problema exclusivo del Estado, sino de una responsabilidad compartida entre todos los sectores sociales.

“Yo sé que es difícil denunciar a un narcotraficante, porque le va la vida a uno, es duro, pero creo que todos en situaciones así, sea en México o no, tenemos que poner el hombro”, dijo, aludiendo a la necesidad de una respuesta colectiva frente a la criminalidad organizada.

El pontífice compartió un testimonio impactante ofrecido por un sacerdote mexicano:

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“Decía el párroco: ‘pero este chico, yo lo bauticé; a este le di la primera comunión. Y ahora son empleados de los cárteles’”.

Esta anécdota ilustra cómo las redes del crimen han penetrado incluso en las comunidades más cercanas a la Iglesia. Según Francisco, los cárteles han tomado un poder devastador no sólo en México, sino también en regiones como Brasil y, en menor medida, Argentina, debido a estructuras criminales claramente delimitadas.

El sufrimiento de las víctimas y el papel de la sociedad

Durante la conversación, el Papa lamentó la falta de sensibilidad ante el dolor de los demás. “Hay gente que está bien y quizás la muerte de estos chicos no les llegó, les resbaló, dicen: ‘bueno, a mí no me tocó, gracias a Dios que no me tocó’”, afirmó.

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La entrevista también abordó el asesinato de sacerdotes jesuitas en Chihuahua, crimen que provocó la convocatoria de una jornada nacional de oración por la paz. El Papa expresó su cercanía con la Iglesia mexicana y su preocupación por la creciente inseguridad que afecta a los religiosos.

Migración, trata de personas y una llamada a la acción global

Además de los problemas internos, Francisco se refirió al drama de la migración forzada, describiéndola como una forma contemporánea de esclavitud. En respuesta a una pregunta sobre las madres y abuelas que pierden a sus hijos en las rutas migratorias, respondió:

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“Acompañarlas en silencio. Porque no puedo resolver yo personalmente estas esclavitudes, este usar a la gente como animales. Pero sí es un negocio”.

También denunció que en diversas partes del mundo, incluidos México, Libia y el Mediterráneo, los migrantes enfrentan asesinatos, torturas y condiciones infrahumanas. Relató haber recibido grabaciones de campos de concentración en África y mencionó el caso de un joven centroafricano relatado en el libro Hermanito, víctima de años de abuso durante su travesía migrante.

Conclusión: fe, responsabilidad colectiva y urgencia moral

Las declaraciones del Papa Francisco construyen un marco de interpretación que va más allá de la política o la seguridad pública. Sus palabras colocan la violencia en México dentro de un campo espiritual, estructural y ético. Desde su óptica, el narcotráfico y la indiferencia social no solo destruyen vidas, sino que erosionan el tejido moral de una nación profundamente marcada por la fe.

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Su llamado final sugiere que la transformación debe partir tanto del gobierno como de la sociedad civil, desde un compromiso solidario y consciente del sufrimiento ajeno.

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Internacionales

Muere el Papa Francisco: A los 88 años de edad

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«Esta mañana a las 07.35 horas, el obispo de Roma, Francisco, volvió a la casa del Padre», anunció el cardenal Kevin Farrell en un comunicado publicado por el Vaticano en su canal de Telegram.

Jorge Mario Bergoglio había estado enfermo durante los últimos meses. Recientemente, estuvo hospitalizado, pero el Papa Francisco salió del hospital y logró participar en algunas actividades por Semana Santa 2025. Precisamente, el sumo pontífice apareció en la Basílica de San Pedro para dar la bendición Urbi et Orbi ante una multitud de peregrinos católicos presentes en la plaza de El Vatiano reunidos en el Domingo de Resurrección.

Apenas en febrero pasado la Santa Sede había explicado que el Pontífice padecía una bronquitis.

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Problemas previos de salud

En meses pasados también había padecido problemas de gripe y respiratorios.

Diciembre de 2024: Un resfriado, le impidió leer su catequesis de los miércoles y tampoco se asomó a la ventana del Palacio Apostólico para rezar el Ángelus, que celebró en la capilla de la Casa Santa Marta.

Marzo de 2023: Estuvo ingresado tres días en el hospital Gemelli de Roma.
Caídas y golpes

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Días antes, el Papa Francisco sufrió una caída en su residencia y tuvo que colocarse un inmovilizador en el brazo.

En diciembre, el Pontífice lució con un hematoma en el rostro debido al golpe con una mesa de noche, según indicó el Vaticano.

¿Qué pasa luego de la muerte del Papa Francisco?

El ritual y el protocolo que efectúan las autoridades católicas en caso de la muerte de un Papa en funciones es el siguiente:

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Protocolo del Vaticano si muere un Papa

Según el Capítulo V de la Constitución Apostólica, en caso de que un Papa en funciones muera, se realizarán exequias en sufragio de su alma a lo largo de nueve días consecutivos.

La primera acción sería confirmar su muerte luego de darle tres golpes leves con un martillo de plata en la frente y, con cada golpe, llamarle por su nombre tres veces. Según el protocolo oficial, así se comprueba su fallecimiento.

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Inmediatamente después se le retiran el anillo que lleva con su sello y éste se destruye con un mazo.

Esto, porque con esa pieza el Papa firma los documentos oficiales y así se evita cualquier falsificación.

Después se harán repicar las campanas de la Basílica de San Pedro, mientras los forenses del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Roma lo preparan para su conservación y le colocan un atuendo para ser expuesto a los fieles católicos.

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El cuerpo del Pontífice se colocará en un ataúd de tres capas hechas de ciprés, plomo y nogal.

Sobre el ataúd se coloca un crucifijo y una Biblia abierta.

Durante todo este proceso no se permiten las fotografías del cuerpo, ya sea en cama enfermo o ya difunto.

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La habitación y el estudio que ocupaba el Papa serán cerrados por el Camarlengo y no volverán a abrirse hasta que se vote y elija un nuevo Pontífice.

Por ser un jefe de Estado, se esperaría que representantes internacionales realicen acto de presencia en el Vaticano, donde se le daría sepultura después de un funeral de Estado.

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Columnas

China-EU: cuando la guerra comercial deja de ser solo comercial

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Opinión de Mauricio Meschoulam | El Universal |

Hace unos días, un colega preguntaba si una guerra comercial como la que estamos viviendo podía incrementar el riesgo de conflictos armados. En ese momento me apresuré a responder que sí existen casos históricos para respaldar esa posibilidad, pero que no estamos aún en ese punto. Aunque los conflictos entre Estados-Nación han aumentado en la última década, los conflictos entre superpotencias (como China-EU) siguen siendo considerados como riesgos limitados por ahora. Lo que hace la guerra comercial es añadir una gota al vaso. Aunque pasados 10 días de esa conversación sigo pensando de forma similar, también he repensado parcialmente esa respuesta, especialmente tras observar la espiral ascendente, así como la intensidad y agresividad que la confrontación EU-China está adquiriendo en estos días. Todo ello parece exhibir una dinámica con vida propia que, de seguir escalando, podría salirse de las manos de todas las partes. En el texto de hoy explico por qué.

Primero, como ya lo escribí hace poco, lo que estamos viendo en estos momentos entre EU y China se puede entender mejor a través de la teoría de la guerra y la racionalidad bélica, que a través de otros instrumentos explicativos que se limitan al comercio o la economía. Las conductas y dinámicas que estamos observando, tienen que ver con la aplicación de la fuerza, mediante la implementación de tácticas ideadas para exhibir que las partes están dispuestas a seguir aplicando esa fuerza a pesar de los costos que ello conlleve para sus propios países. Ninguno de los dos países, hasta este momento, parece dispuesto a ceder. Algo que en el argot de teoría de juegos se conoce como un “juego de gallina”. Ambos actores saben que el continuar la confrontación resultaría catastrófico, pero ninguno de esos dos actores está dispuesto a conceder dado que ello le humillaría o desprestigiaría. Es decir, tal como ocurre en un conflicto armado, estamos ante una competencia de voluntades y de nervios que activan una lógica de acción-reacción y, por tanto, una espiral ascendente de violencia (entendida la violencia como una forma de interacción humana caracterizada por la agresión, la cual produce daños materiales, psicológicos, simbólicos o estructurales). Las espirales ascendentes frecuentemente adquieren una especie de vida propia y pueden salirse de las manos de los individuos que las activaron.

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Segundo, la rivalidad China-EU va mucho más allá de lo comercial. Estamos hablando de la confrontación creciente entre un poder existente y un poder en ascenso, lo que se conoce como la trampa de Tucídides. Sin embargo, no se trata solo del ascenso material del poder emergente, sino el sentimiento de amenaza percibida dentro de Washington. Para entender esto último, nada mejor que el discurso que pronunció en 2018 el entonces vicepresidente de EU, Mike Pence, en el Instituto Hudson.

Algunos de los aspectos centrales de ese discurso fueron: (1) La concepción de que China está empleando un esfuerzo dirigido desde el gobierno que involucra a toda la administración pública, agencias y ministerios, para conseguir sus intereses de influencia global y específicamente profundizar su influencia en los EU. Esta serie de acciones conducidas desde el Estado, incluye instrumentos políticos, económicos y militares, además de propaganda y una guerra informativa; (b) La concepción de que este esfuerzo proactivo por parte de Beijing para ejercer influencia e interferir en la política interna estadounidense está siendo desplegado como nunca antes en el pasado y de manera cada vez más clara; (c) La concepción de que la búsqueda de influencia china no se limita a su propia región— Asia—sino que pretende expandirse hacia otros continentes; (d) Una visión negativa del déficit comercial de EU a favor de China, así como de iniciativas económicas como el programa Made In China 2025, y de infraestructura global como la Iniciativa Franja y Ruta (BRI); (e) La concepción de que China utiliza el endeudamiento de otros países, el comercio, la inversión y los lazos económicos que tiene para avanzar sus propios intereses, lo que incluye el robo de tecnología, investigación, desarrollo e innovación o la presión en contra de diversos gobiernos, incluidos algunos latinoamericanos, para alinearse con la visión geopolítica y estratégica de Beijing; (e) La idea del riesgo que representa el que China esté aumentando su gasto militar como lo ha hecho en los últimos años, así como el expansionismo en sus mares colindantes; (f) Concretamente, la acusación directa de que Beijing impide las operaciones de “libertad de navegación” y “acosa” a los navíos estadounidenses en “aguas internacionales”; (g) La concepción de China como un estado autoritario, espía, violatorio de los derechos humanos, opresor de las minorías y de su propio pueblo, y (h) De todo lo anterior se sigue la necesidad que tiene Washington de tomar pasos firmes para enfrentar cada una de esas estrategias de Beijing.

Esta percepción, que podríamos considerar ha permeado en distintos grados la mayor parte de los círculos políticos en EU, ha derivado en un consenso bipartidista acerca de que China debe ser contenida (aunque hay muchos matices en las tácticas a ser implementadas). El resultado ha sido no solo una rivalidad sino una confrontación abierta que incluye pero que no se limita a lo comercial. Por ejemplo, la competencia de ambas potencias por espacios de influencia en el mundo, la expansión china en sus mares colindantes y la decisión de Washington de contener esa expansión, además de la ciberguerra y guerra informativa que existe entre ambas potencias. Adicionalmente, desde hace muchos años, las dos superpotencias se encuentran en una carrera tecnológica y armamentista. De hecho, la evaluación que hizo el Pentágono desde 2017, fue que Washington estuvo demasiado tiempo distraída combatiendo al terrorismo (principalmente Al Qaeda e ISIS) y que de no cambiar el curso, Rusia y China bien podrían aventajar a EU en la carrera que señalo. Esto se ha traducido, además de la guerra comercial, en una guerra tecnológica entre ambas potencias.

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En ese entorno podemos entender mejor los casos de Hong Kong y Taiwán. Para Beijing, el modelo de Hong Kong—Un País, Dos Sistemas—era una eventual posible solución que podría ser negociada para Taiwán. Sin embargo, a raíz de los movimientos de protestas masivas de Hong Kong, especialmente el de 2019, y las demandas prodemocracia que Beijing percibía como altamente influenciadas por Occidente, Xi Jinping llegó a la conclusión de que Beijing necesitaba repensar toda la estrategia. China aprobó una nueva ley de seguridad para Hong Kong e implementó una serie de medidas que fueron paulatinamente eliminando las posibilidades democráticas para el territorio. Era plena pandemia y Washington y el mundo estaban atendiendo otro tipo de prioridades, pero con ello, China mostró con claridad su mensaje.

El tema de Taiwán es incluso más sensible para China. Para Beijing, no se trata únicamente de una “isla” que “busca independizarse”. Por razones históricas, se trata del conflicto acerca de quién es realmente el legítimo representante de China. Por tanto, cualquier cuestionamiento de Washington a su propia postura oficial que consiste en la política de “Una sola China (con capital en Beijing)”, como sucede con las visitas de funcionarios estadounidenses a Taiwán, por no hablar del armamento y entrenamiento de EU al ejército taiwanés, se transforma en un tema inmediato de choque, de hecho, el más sensible de todos entre Washington y Beijing.

Así que considerando todo lo anterior, retomo el punto con el que inicié:

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Si la espiral entre EU y China sigue escalando estamos frente a varias posibilidades. Dentro de ellas, existe un escenario en el que China podría sentirse altamente vulnerada por los efectos catastróficos que la guerra comercial podría tener para su economía, pero especialmente podría sentir que las opciones políticas para negociar con Washington se han agotado. En este escenario, China podría incrementar sus acciones expansivas en sus mares colindantes, probando la disposición de Trump a realmente respaldar a aliados con los que tiene pactos militares como Filipinas. Pero, sobre todo, Beijing podría ir paulatinamente incrementando los ejercicios militares—que ya se encuentran en niveles elevados—alrededor de Taiwán, así como sus amagues de bloquear a la isla. En otras palabras, sí hay escenarios plausibles consistentes en que, a partir de los efectos de la guerra comercial, asumiendo que no se llegue a algún acuerdo para detenerla, China incremente el tipo de acciones que tradicionalmente activan en Washington la decisión de contenerla.

La pregunta en estos tiempos sería si Trump tiene la voluntad y disposición de demostrar que EU respondería con determinación ante ese tipo de acciones por parte de Beijing. Sobre todo, considerando que justo el segundo día de ejercicios militares de China en la zona de Taiwán, Trump estaba imponiendo 32% de aranceles precisamente en contra de Taipéi (así como más del 20% en contra de otros aliados de la región como Japón). Si bien una parte de esos aranceles ha sido suspendida por 90 días, lo que ha quedado en esa zona del mundo es un fuerte sentimiento de incertidumbre y desconfianza hacia Trump.

Esa incertidumbre y desconfianza entre los aliados de EU, sumada a la espiral ascendente que se ha activado entre Washington y Beijing, son incentivos perfectos para que China siga adelante con acciones que rebasan el ámbito comercial, y que demuestran su disposición a usar su fuerza militar en su región.

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Esa combinación de factores, es la que incrementa el riesgo de incidentes militares o choques limitados, especialmente si en Washington se toma la decisión de demostrar a China que la máxima superpotencia del mundo, sigue considerando Asia Pacífico como una región prioritaria en lo militar, y sigue determinada a contener la expansión china en esa y otras zonas del mundo.

Para ser claros y repitiendo lo que dije al inicio, las probabilidades de un conflicto armado mayor entre superpotencias nucleares siguen siendo enormemente bajas dados los impensables costos que esas superpotencias tendrían que pagar en caso de desatarse una guerra entre ellas, lo que, en un escenario catastrófico, podría incluir su propia destrucción. Sin embargo, la gota que la guerra comercial está añadiendo al vaso parece ser de una mayor magnitud de lo que inicialmente pensamos, por lo que detener la espiral y la lógica automática de acción-reacción, se vuelve una necesidad que rebasa con mucho al ámbito comercial.

Instagram: @mauriciomesch

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TW: @maurimm

 

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Internacionales

Kevin Costner recibió una lección de humildad de una fan

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«Me di cuenta de que intentaba hablarme»: hace 38 años

Con 70 años de edad y más de la mitad de su vida activa en la industria del cine, Kevin Costner ya es un veterano de Hollywood con una carrera impresionante. Aunque inició sus pasos en la industria a principios de los años 80 no fue hasta 1987 cuando se convirtió en una estrella internacional al unirse al director Brian De Palma para hacer el papel principal de Los intocables.

En este largometraje, hoy considerado de culto, Costner compartió la luz principal con otras dos leyendas del cine: Robert De Niro y Sean Connery. Y aún ahora, a 38 años del estreno de aquella popular cinta, el actor de Yellowstone aún recuerda con humor cierto encuentro que tuvo con una fanática mientras rodaban la película.

En una entrevista con The Hollywood Reporter, Kevin Costner compartió que en alguna ocasión alguien le habría preguntado quién era la estrella más grande con la que había trabajado. «Yo respondí que Sean Connery», dijo el también director de Horizon: Una leyenda americana y continuó con la memoria particular que lo llevó a esta idea.

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«Estaba sentado en Chicago, preparándome para filmar una escena [de Los intocables]. Había una mujer que insistía en llamar mi atención. Ella hablaba, y yo veía que realmente quería hablar conmigo», describió el actor diciendo que después de hacer un par de cosas con las que estaba ocupado finalmente se dirigió a ella:

Pensé: ‘Está bien, voy a acercarme’. me incliné y le dije: ‘¿Sí?’. Ella me miró y preguntó: ‘¿Me puedes conseguir un autógrafo de Sean Connery?’.

La respuesta del actor fue sencilla: «Claro, ahora mismo voy por uno para ti», recordó Costner entre risas. Aquel día, el actor probablemente pensaba que la mujer quería su autógrafo, cuando en realidad era fanática de Connery. Esta pequeña y divertida lección de humildad se ha quedado grabada en la memoria del actor durante casi 40 años.

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Eso sí, después de hacer Los intocables, la carrera de Kevin Costner se alzó aún más a la fama cuando en 1990 alcanzó la consagración definitiva con su primera cinta como director: Danza con lobos, la cual le valió un Oscar a Mejor película y Mejor director. Ahora, su largo trayecto en la industria de cine, le ha permitido financiar su historia de ensueño con las películas de Horizon.

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